De la infinita guerra

… hazte autosuficiente, libérate y no seas carga para nadie;
ser mío, reconstrúyete;
eres fuego purísimo,
vive en ti,
vive;

¿ … recuerdas cuando preso entre los mundos te cercó la oscuridad como una muerte
y tuviste que luchar contra esa muerte, o cuando por primera vez te viste caído y sin poder
y quisiste conquistar y ejercer ese poder, recuerdas…?

… y tú, alma mía, compañera, flor, esposa y novia,
¿ me oyes en este instante en que enarbolo el deseo de luz y eternidad
con que intento labrar la espada de los héroes ?

… y tú, cuerpo mío, ágata y metal, rocío,
¿ una y otra vez estás dispuesto a la muerte de hombre,
a las esperas y resurrecciones que aguardan ?

… porque si es así, y es la hora,
dispongamos sin más del signo de rigor y emblema del combate.



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Cuánta belleza derramada en este fulgor de entrega y valentía, Antonio!

El poema crece y dignifica las prioridades del hombre bueno, su inflexión terrena, cada gesta que libra en nombre de dos.

Entrañable, ovación cerrada!

Abrazos,

Hallie

Hallie Hernández Alfaro escribió:

Cuánta belleza derramada en este fulgor de entrega y valentía, Antonio!

El poema crece y dignifica las prioridades del hombre bueno, su inflexión terrena, cada gesta que libra en nombre de dos.

Entrañable, ovación cerrada!

Abrazos,

Hallie

... todos los seres humanos son buenos por naturaleza (de acuerdo bon Hobbes) pero con la libertad de que disponemos podemos transformarla en un estercolero, Hallie, de nostros depende - sabes bien - que el discurso de vida se oriente de un modo u otro, lo sabes muy bien; un abrazo muy fuerte, amiga, y sigue escribiendo, no lo dejes, no lo dejes); Orión