Otra vez gracias, nena. Creo que vos sabés que escribo sin pensar, sobre todo cuando estoy sobrepasada de desencanto, ni Edén ni Herem son cosas en las que crea ya. Aquí todo es consecuencia, una cadena de actos sin retorno que acaban cobrando caro,y aquí es todo lo que en realidad existe, lo demás puro sueño o esperanza, improbable sobre todo en ausencia total de fe, ilusiones o ganas.
Esto no es más que palabrerío encolumnado, y eso es todo, Hall, una puteada menos efectiva que un golpe a la pared, pero más a mi estilo de plañidera. Buena poesía no habrá con mi nombre al pie, eso es seguro, en todo caso sí se podrá decir que al menos no me callé ni en los absurdos, ni en las cursilerías, ni mucho menos en el prosaísmo, uno es lo que es, hasta cuando lo titula exageradamente.
Lamentablemente es cada día más común no encontrarse solo en éste bosque desencantado, en el que se deambula con las manitos vacías e impotentes, pero se sabe que hay un gran porcentaje de seres que todavía creen en los milagros, sonríen, son felices y demás cosas rarísimas, que espero no lleguen nunca a leer mis barbaridades.
Me callo, mejor, ah? jej.
Besoooo.