Evelina Núñez

… conscientemente, con cada pensamiento y emoción, esta mujer construía el mundo;
tras crearlo con rosas y lirios, sus frutos divinos, guardaba la palabra de oro
en la garganta, allí la escondía, en su templo;
de ahí su casa interior, la ardua cosmogonía con que implantó
su primera libertad, su ley.
… Evelina Núñez tosía, barría y enceraba escaleras,
y, cuando miraba hacia dentro, sabía cuando ardía un rayo de sol
sobre una mota de polvo o el mar;
su primer nacimiento databa de los tiempos en que advino el rocío,
por eso conocía el fuego vivo, el agua viva y demás enseres
con que hierve el espíritu;
… Evelina Núñez recordaba sus nombres, sus rostros y fechas de sus muertes,
pero también sabía de una deuda de amor que en una y otra vida
le arreciaba y abrasaba el alma;
de ahí su austeridad frente al dolor, o la humilde luz que usaba
cuando entraba en su ser, y, en sublime paz, su ser se encendía.





http://www.oriondepanthoseas.com

Eledendo escribió:

… conscientemente, con cada pensamiento y emoción, esta mujer construía el mundo;
tras crearlo con rosas y lirios, sus frutos divinos, guardaba la palabra de oro
en la garganta, allí la escondía, en su templo;
de ahí su casa interior, la ardua cosmogonía con que implantó
su primera libertad, su ley.
… Evelina Núñez tosía, barría y enceraba escaleras,
y, cuando miraba hacia dentro, sabía cuando ardía un rayo de sol
sobre una mota de polvo o el mar;
su primer nacimiento databa de los tiempos en que advino el rocío,
por eso conocía el fuego vivo, el agua viva y demás enseres
con que hierve el espíritu;
… Evelina Núñez recordaba sus nombres, sus rostros y fechas de sus muertes,
pero también sabía de una deuda de amor que en una y otra vida
le arreciaba y abrasaba el alma;
de ahí su austeridad frente al dolor, o la humilde luz que usaba
cuando entraba en su ser, y, en sublime paz, su ser se encendía.





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Hermoso, hermoso y otra vez hermoso; el alma femenina en acto de amor, en ese irrenunciable paraje sostenido por las manos entregadas, por el forastero o el Ulises o el manojo de sueños imbricados en una letra. Creo mirar a Evelina a lo lejos, a lo cerca, pintando las paredes de Refugio y Lealtad.

Abrazo enorme y un beso grande,

... Hallie, pero no nos olvides a nosotros, que también tenemos a nuestra dulce Evelina en etado latente, lo cual nos hace y salva; un abrazo, Orión

Eledendo escribió:

... Hallie, pero no nos olvides a nosotros, que también tenemos a nuestra dulce Evelina en etado latente, lo cual nos hace y salva; un abrazo, Orión

Nooo, no lo olvido querido poeta; de allí que el complemento sea la perfección misma del humano. Ese origen de leche y ternura que engrandece el camino que toca. Evelina dentro del alma del hombre bueno: mímica y asombrosamente fuerte!

Otro abrazo y gracias por tu compañía y cariño.